Era primavera del 2019. Se acercaba una boda muy especial. Ya teníamos pensado el look pero como buenas joyeras que somos, queríamos aportarle un toque nuestro de verdad: unos pendientes especiales para ocasiones especiales.
Queríamos aprovechar la ocasión para probar algo diferente con un toque más floral y con cristales de colores que integraran los pendientes en el conjunto. Y empezamos a probar.
Lo primero que hicimos fue ir a buscar los cristales que teníamos en mente y los encontramos: colores lavanda, menta y blanco roto. A partir de ahí tuvimos que dibujar mucho para hacer algo que encajara con el estilo que buscábamos. ¡Y nos fuimos al taller!
A primera vista, no resultan unos pendientes de complejidad extrema: dos capas de plata segueteadas con formas florales y con dos flores rematando la parte superior. Éstas flores ya las hemos utilizado como seguramente recordaréis, en los pendientes calavera.
Una vez soldadas todas las partes, las repasamos y limpiamos para patirnarlas con ácido y que cojan ese color ennegrecido que tanto nos gusta.
Por último y os aseguramos que no por ello más fácil, nos tocó montar la parte de las cuentas de cristal. Sinceramente, no resultó lo que esperábamos. Comenzamos utilizando un hilo de pescar porque pensábamos que iba a dotarle a las cuentas de más movimiento, pero no funcionó. Después de muchas pruebas, utilizamos un hilo de acero muy fino al que tuvimos que dar una largura un poco mayor de la deseada porque si no las cuentas rozaban entre si y el conjunto tenía un aspecto rígido. Y funcionó.
Al final, todas las vueltas que dimos merecieron la pena y los pendientes llamaron mucho la atención, así que atrévete a brillar con joyas que hablen de ti y de tu estilo y diséñalos con nosotras.
Pocas son las joyas que diseñas y que salen bien a la primera o que son exactamente como las imaginabas. Todas presentan retos y por eso las hace tan especiales. Siempre tratamos de dar el 100% con cualquier encargo y la verdad es que con todos mejoramos un poquito más.